jueves, 1 de mayo de 2008

¡Sin ataduras ni mordazas!


Precisamente para no sentirme amordazada ni atada de pies y manos, por encima de lo que mis padres pensaban decidí estudiar lo que yo anhelaba, el oficio que pasó a ser profesión por su carácter transformador, multidisciplinario, integral y humanitario: comunicación social, sin embargo, a pocos metros de llegar a la meta de ser periodista me siento de nuevo coartada.
Desde primaria, mi inclinación por las artes, el piano y ballet me hacían drenar esa necesidad de aportar algo, de expresarme y de comunicarme con los otros. La danza es perfecta para eso, sobre todo la contemporánea, pues es esa la que toca temas sociales y los dibuja con el cuerpo para interpretación de una audiencia que busca entretenerse, conocer y sentir. En el periodismo los fines son distintos, los de nuestros lectores y los de los comunicadores, no obstante el macro tópico que ha regido mi vida desde los cuatro años que ingresé al conservatorio de música José Luis Paz es el de comunicar.
En la secundaria pensé que debía estudiar Ciencias Jurídicas o Políticas. Mi recurrente manía por expresarme y defender lo justo, evitando lo injusto, me llevó a dudar sobre lo que quería ser. No fue sino hasta que soñé que se me encendió la chispa periodística, ¡sí!, soñé en cuarto año de bachillerato que había logrado que cerraran la cantina del liceo, luego de recoger unas firmas y publicar las irregularidades que se cometían allí y de las que me había dado cuenta, allí empezó todo.
Hablé con unos profesores y me apoyaron, sacamos un periódico estudiantil en el que escribimos, sobre los aciertos y desaciertos de la unidad educativa. Mi primera experiencia.
Al graduarme de Bachiller estaba clara. “Voy a ser periodista” era lo único que feliz pensaba, y aunque para ese momento no entendía muy bien el rol de los comunicadores sociales sabía que era una carrera con fuertes implicaciones, capaz de transformar, de formar a la sociedad y de producir conciencia. Estaba segura de que quería estar informada e informar. Desde muy niña me encantaba leer y escribir lo que veía, sentía, pensaba u opinaba. Un gran periodista y literato español se autodenomina “un lector que escribe…sólo eso”, de igual forma me considero.
En una servilleta, hoja suelta, cuaderno del colegio, o hasta en mis manos escribía frases que me venían a la mente cuando analizaba una situación que estuviese viendo, o recordando. Aún lo hago. Es cuestión de vocación, de entrega, de amor, de querer vivir para servir, de querer dejar huellas, es eso lo que me mantiene entregada a ser periodista.
Actualmente, nuestra profesión se debate entre servir a la sociedad o servir a la autoridad, sea el editor, o el gobernador de turno. “Mandar a la mierda a los editores” –también aplica a los políticos– como sugiere Gabriel García Márquez, puede ser una opción, una manera de ejercer la profesión en un país democrático. ¿Hasta cuándo el nuestro lo será? No lo sé…
Sí sé, porque lo he experimentado, que las satisfacciones de ver resueltas situaciones denunciadas por uno, por ejemplo, son las que, a pesar de la censura, las restricciones de gobierno, las mordazas editoriales y las oposiciones de los que ven el ejercicio del periodismo como una actividad distinta a la que hago, me mantienen en este camino, en el que pretendo permanecer si la Constitución y mi país lo permite: ¡sin ataduras, ni mordazas!

1 comentario:

Crismary dijo...

Mi Griiiiiiiiiiiiiiii!!!! Nojoda, esto es lo que verdaderamente nos hace vivir: "ESCRIBIR"! Sois un ser increiblemente excepcional y maravilloso, con una pluma mágica y motivadora. Te Quiero y apoyo. Echemos de lado a todos esos gardfiels que cohabitan en nuestro mundo, son seres indelebles y, forman una infima parte de él, creo que son necesarios(siii, gracias a ellos se evidencian nuestras potencialidades y aparece la sumpremacía intelectual)...
Esto es un gran paso...yo me siento libre, muy libre en mi blog, sé libre (máaaaas)vos también.
Gri!! Siento que estamos en una nueva etapa, donde somos más libres y más felices...Contá con mi apoyo, con mi cariño y con mi pluma en todo lo que necesitéis, de corazón te quiero mi buena Amiga.
Bienvenida!!